En este contenido les quiero presentar un nuevo elemento de mi colección de elementos químicos. Hoy le toca el turno a un curioso metaloide llamado telurio.
El telurio es un elemento que tiene características tanto de los metales como de los no metales, a pesar de que a simple vista parece ser solo un metal gris estándar. Sin embargo, debo decirles que no abriré la bolsa en este contenido. Está llena de pequeñas virutas de telurio que podrían esparcirse en el aire. No tengo ninguna intención de inhalarlas, ya que incluso las cantidades más pequeñas de telurio pueden ser perjudiciales para el cuerpo humano.
Pero ¿Qué efecto tiene el telurio en el cuerpo? Lo compartiré en unos minutos, pero primero veamos cómo se forma este elemento en la Tierra. El telurio se forma en el interior de las estrellas a través de diferentes mecanismos. Algunas veces, un núcleo atómico masivo absorbe demasiados neutrones y se deshace de partículas hasta formar un núcleo de telurio. Otras veces, un núcleo ligero crece absorbiendo protones y se forma el telurio.
En algún momento del pasado, una supernova esparció el telurio por el espacio, llegando a la nebulosa donde se estaba formando nuestro sistema solar. Algunos átomos se incorporaron a la Tierra. Yo compré esta muestra de telurio a un vendedor chino en internet, y aquí la tengo, mostrándosela sin sacarla de la bolsa.
Es importante mencionar que el telurio se puede encontrar en estado puro en la Tierra, pero esto no ocurre frecuentemente. Las masas de telurio nativo suelen ser muy pequeñas. En realidad, la mayor parte del telurio en la superficie terrestre está combinado con otros elementos para formar minerales dispersos entre las rocas.
En este contenido no tengo muestras físicas de los 134 minerales de telurio reconocidos oficialmente. Sin embargo, para compensar eso, les contaré la historia de un mineral que contiene telurio y que dio una sorpresa desagradable a un pueblo australiano en el siglo XIX. La historia es conocida como «la fiebre del oro de Kalgoorlie».
Kalgoorlie era un lugar donde se encontraban depósitos de oro. Sin embargo, también había pirita, un mineral que se puede confundir con el oro debido a su tono dorado. Pero la pirita no tiene oro, está compuesta por sulfuro de hierro. Por lo tanto, los buscadores de oro novatos que extraían pirita del suelo pensaban que tenían oro y se llevaban una desilusión cuando descubrían la verdad.
Los mineros de Kalgoorlie no eran tontos. Una vez empezaron a extraer el suelo y encontraron trozos de un mineral muy parecido a la pirita, descartaron rápidamente estas rocas inútiles. Sin embargo, después de cinco años de operaciones mineras, llegaron noticias preocupantes. Resultó que el mineral descartado no era pirita, sino calaverita, un mineral que contiene oro. De hecho, el 42% de la masa de la calaverita está compuesta por este valioso metal.
La gente de Kalgoorlie había utilizado estas rocas para pavimentar calles y construir muros sin saber que contenían oro. Alenterarse de esto, comenzaron a desmontar las carreteras y las paredes para extraer el oro de las rocas que durante tanto tiempo habían considerado inútiles.
La moraleja de esta historia es que si la pirita es conocida como «el oro de los tontos», la calaverita podría ser considerada «el oro de los tontos de los tontos». Y todo esto tiene relación con el telurio, ya que la calaverita está compuesta por teluro de oro, que es un compuesto químico que contiene átomos de telurio y átomos de oro.
Normalmente, los minerales que contienen telurio son extremadamente escasos. Por lo tanto, el telurio se obtiene generalmente como subproducto del refinamiento del cobre. En ocasiones, los minerales de cobre también contienen trazas de telurio. Se extrae el telurio de las impurezas que contiene el mineral después del proceso de electrólisis del cobre.
Una vez extraído, el telurio se utiliza en varios ámbitos. Por ejemplo, se añade al acero u otros metales para facilitar su mecanización. También se combina con cadmio para producir un compuesto llamado teluro de cadmio, que se utiliza en paneles solares para convertir la energía solar en electricidad. Además, el telurio se utiliza en la vulcanización del caucho, en la elaboración de pigmentos para cerámica y en el medio en el que se graba la información de los CDs, DVDs y discos Blu-ray, el sustrato de telurio.
En resumen, el telurio es un curioso metaloide con características de metales y no metales. Se forma en el interior de las estrellas y llegó a la Tierra a través de la formación del sistema solar. Aunque su presencia en forma nativa es escasa, se encuentra combinado con otros elementos formando minerales dispersos en las rocas. Su obtención se realiza principalmente como subproducto del refinamiento del cobre.
A pesar de sus diversas aplicaciones, es importante destacar las curiosidades del telurio. Por ejemplo, el telurio puede tener un efecto desagradable en las personas si no se toman las precauciones de seguridad adecuadas. Cuando el cuerpo humano absorbe el telurio, lo metaboliza y lo convierte en dimetil telurio. Este compuesto químico no es especialmente mortal, pero tiene la desagradable característica de oler fuertemente a ajo.
Si se ingiere, se inhala o se absorbe a través de la piel, el telurio puede hacer que el aliento y el sudor huelan a ajo durante meses, incluso en cantidades muy pequeñas. Por ejemplo, si se ingieren solo 0,5 microgramos de óxido de telurio, el olor a ajo en el aliento puede durar hasta 30 horas. Además, se ha descubierto que 15 miligramos de esta sustancia pueden prolongar el efecto desagradable hasta 8 meses.
Es importante mencionar que, en química, el telurio es un elemento químico de la tabla periódica que se encuentra en el grupo 16 y se representa con el símbolo Te. También es conocido por sus propiedades semiconductoras y su capacidad para formar compuestos con otros elementos.
Afortunadamente, el telurio no es un elemento que la mayoría de la población tenga que preocuparse, ya que es tan escaso que a menos que trabajes con él de manera profesional, no estarás expuesto a cantidades suficientes como para causar algún efecto dañino. Si alguna vez te empieza a doler el aliento a ajo, es más probable que se deba a un consumo excesivo de ajo que a una intoxicación por telurio.
En conclusión, el telurio es un elemento fascinante que nos invita a explorar sus propiedades y aplicaciones en el ámbito químico. Las curiosidades del telurio, junto con sus características únicas en la química, lo convierten en un metaloide intrigante que merece ser estudiado con detenimiento.