Hoy te voy a explicar por qué la mayoría de las personas se equivocan al comprar un SSD y cómo puedes ahorrarte bastante dinero.
¿Qué debes saber antes de comprar un SSD?
En primer lugar, debes saber que existen dos tipos de almacenamiento: los SSD y los HDD. Los SSD son más pequeños, rápidos y permiten trabajar directamente desde ellos, mientras que los HDD son más grandes, más lentos y se usan principalmente para almacenamiento.
Es importante elegir el tipo de SSD correcto y considerar algunos aspectos. Además, no todos los SSD tienen la misma velocidad, por lo que debes tener en cuenta la velocidad de escritura y lectura que ofrecen. Esta información generalmente se encuentra en las especificaciones del disco.
¿Cuál SSD debo comprar?
Depende de tus necesidades y del tipo de ordenador que tengas. Los SSD externos están listos para usar, simplemente los conectas y comienzan a funcionar. Los SSD internos, por otro lado, se conectan directamente a la placa del ordenador o mediante una carcasa externa.
Además, debes considerar la velocidad del SSD. Existen diferentes velocidades predeterminadas, generalmente alrededor de 500 a 2000 megas por segundo. Es importante que la velocidad de escritura y lectura sea similar y que el fabricante lo garantice.
Pruebas de edición de vídeo
Después de probar diferentes modelos de SSD con diferentes velocidades, pude descubrir que la diferencia de tiempo de exportación entre el peor y el mejor SSD es de apenas unos segundos en proyectos normales. Sin embargo, en proyectos más pesados, la diferencia puede ser de hasta un minuto.
No obstante, la velocidad de un SSD no solo afecta el tiempo de exportación, sino también la experiencia general de edición. Por lo tanto, recomiendo evitar los SSD más lentos y elegir uno con una velocidad alrededor de 1000 megas por segundo, siempre y cuando esté formateado correctamente.
En resumen, elige un SSD que se ajuste a tus necesidades y tenga una velocidad adecuada para una buena experiencia de edición de vídeo. No necesariamente tienes que comprar el SSD más caro, pero tampoco el más lento. Considera también el tipo de conexión del SSD con tu ordenador y el sistema de archivos que elijas al formatearlo.
