La Ingeniería Química: Explorando una Carrera Apasionante
Usted, mi querido amigo o amiga, se preguntará por qué estoy leyendo un artículo sobre ingeniería química si ni siquiera sé qué quiero estudiar. Pues yo también me lo pregunté, pero pronto me explicaron que a muchos a quienes les encantó la química en el colegio, ingresaron a ingeniería química pensando «¡me la voy a gozar!», y que también hubo otros quienes, siendo buenos candidatos para ingenieros, ni siquiera lo consideraron porque pensaron que seguirían estudiando química.
Entonces me dije: ¡changos!, se están perdiendo buenos ingenieros químicos mientras otros que nunca lo serán perderán tiempo y tendrán que salirse en mitad de carrera. Pero no se preocupe, que yo tampoco entendía, pero es más sencillo de lo que parece. A mí me lo explicaron así:
Resulta que un químico es aquel tipo de bata blanca que trabaja en un laboratorio haciendo reacciones y sustancias en tubos de ensayo, como en las películas. No muy poderoso ¿verdad? Pues bien, el ingeniero químico, pongámosle caso, hace eso mismo, pero no en un laboratorio, sino en una fábrica donde los tubos de ensayo han crecido como gigantes. Ya no son solo experimentos lo que se hace aquí, me explota nada más, si no imagínense. Será por eso que los ingenieros químicos no salen tanto en las películas.
Lo que sí es innegable es que el mundo no podría vivir sin ellos, puesto que dentro de estas enormes ollas a presión, cómo es que se llaman, reactores, se cocinan los inventos que hacen más fácil nuestra vida. Pero recapitulemos:
La Importancia de la Química en la Ingeniería Industrial
Pues bien, el químico es un científico que estudia la composición de la materia que nos rodea y de la que estamos hechos, y experimenta con las propiedades de cuantos son 118 elementos, hasta lograr convertir, por ejemplo, un trozo de roca y un gas en un cristal, como ver desde un teléfono celular.
Con la ingeniería química, pasa algo similar, pero en un tamaño mucho más grande. El ingeniero químico trabaja en la industria, que no es otra cosa que la fabricación en grande del experimento que el químico cocinó en su laboratorio. Pongámosle que crean cristales para teléfonos celulares. Solo que el ingeniero químico, siendo genial, encuentra la forma de volverlo un proceso industrial seguro, limpio, sostenible y eficiente, además de por supuesto, rentable.
Es por eso que el ingeniero químico, en su carrera, necesita matemáticas, biología, física, informática, estadística, economía, administración, humanidades y ciencias sociales, mecánica de fluidos, balances de materia y energía, diseño de plantas industriales, simulación y control de procesos. ¡Ah! Y por supuesto, química.
Si lo vemos bien, el ingeniero químico es más un minero que un químico. Al fin y al cabo, la ingeniería química es una de las ramas de la ingeniería, así como existe la ingeniería civil, la industrial y la de sistemas. No obstante, el ingeniero químico también puede inventar. Inventa soluciones que luego se vuelven productos exitosos, inventa la forma de fabricarlos sin dañar el medio ambiente, e incluso, se inventa a sí mismo como un profesional muy completo.
Es capaz de convertir en algo útil para todos los residuos que otros desechan. Por eso, aunque ni usted ni yo los veamos porque no visten casco y bata cuando van por la calle, los ingenieros químicos administran, dirigen, investigan, asesoran, compran, venden, y así mismo proyectan, diseñan, construyen y mantienen funcionando las industrias de alimentos y bebidas, de plásticos y polímeros, de cosméticos, de transformación de petróleo y gas, de cerámica y vidrio, textil, papelera, automotriz, de carbón y minerales, de fertilizantes, de generación de combustibles y energía, de aplicación de la bio y la nanotecnología, y de producción de todos aquellos materiales con los que se construyen ciudades enteras, en procesos amigables con el medio ambiente.