Si no eres una persona madrugadora, entonces probablemente te encantaría vivir en la luna o en el espacio. Dejando a un lado toda la cuestión de la falta de oxígeno, un cielo nocturno de 24 horas suena bastante tentador, ¿no?
Pero eso me hizo preguntarme, ¿por qué hay tanta luz en la Tierra pero casi ninguna una vez que abandonas nuestro planeta? Podrías pensar que es claro durante el día y oscuro por la noche porque la Tierra gira sobre su eje y el sol ilumina cualquier hemisferio. Esa es parte de la razón, pero es más complicado.
La atmósfera terrestre y el color del cielo
Nuestra estrella, el sol, también brilla en la luna, pero el cielo sobre ella es negro. Todo se reduce a la atmósfera única que rodea nuestra Tierra. Está llena de polvo, suciedad, gases y gotas de agua que actúan como pequeños espejos y reflejan la luz del sol. Cuando la luz del sol choca con estas pequeñas partículas, se difunde y crea diferentes colores. Es por eso que vemos un cielo azul y todas esas sombras espectaculares durante el amanecer y el atardecer. Es una historia completamente diferente en el espacio o en la luna, donde no hay atmósfera. El cielo es negro y se puede ver las estrellas incluso cuando el sol está brillando en la superficie durante el día lunar.
La oscuridad en el espacio y en el universo
Lo mismo ocurre en el espacio. Está lleno de muchos gases diferentes, pero no tiene atmósfera con moléculas para reflejar la luz. En otras palabras, el espacio está vacío. Es por eso que, incluso cuando el sol está brillando, el espacio parece un vacío negro.
Si la atmósfera de la Tierra desapareciera, sería tan oscuro como en el espacio o en la luna. Eso está claro. Pero el sol no es la única estrella o fuente de luz en el universo. Entonces, ¿por qué otras estrellas no brillan con una luz ardiente por la noche?
La razón de la oscuridad en el cielo nocturno
No eres el primero en preguntarte sobre eso. En el siglo XVI, un astrónomo llamado Thomas Digges investigó esta pregunta. Estaba seguro de que el universo no tenía un fin y que las estrellas no podían contarse. Intentó responder por qué todas estas innumerables estrellas no nos aturden con una luz deslumbrante, pero falló. Sus preguntas estaban muy adelantadas a su tiempo y no tenían las herramientas necesarias para encontrar la respuesta.
En el siglo XIX, el astrónomo alemán Wilhelm Herschel sugirió que la razón por la que el cielo está oscuro por la noche era un velo polvoriento que nos ocultaba la mayoría de las estrellas. Esta idea también resultó estar equivocada. Más tarde, los astrónomos descubrieron que las estrellas no solo emiten luz, sino también una enorme energía que podría calentar partículas de polvo para que pudieran comenzar a brillar por sí mismas. En ese caso, el cielo nocturno seguiría siendo ligero debido al polvo brillante. Y sin embargo, el cielo se oscurece todas las tardes después del atardecer. ¿Qué tiene de malo esta teoría entonces?
Los astrónomos modernos saben que el universo de estrellas, por innumerables que parezcan, simplemente no es suficiente para iluminar el cielo por la noche. El cielo se oscurece porque las estrellas, al igual que el universo mismo, no duran para siempre. Son finitas. Como verás, el universo tiene sus propias fronteras y no es tan antiguo como solían pensar los científicos.
Apenas tiene unos 14 mil millones de años, lo cual no es mucho para que toda la luz de las estrellas más distantes pueda alcanzar la Tierra. En otras palabras, el espacio entre las estrellas es demasiado grande para que su luz llegue hasta aquí. Gracias a nuestros potentes telescopios, ahora sabemos que lleva miles de millones de años para que la luz de las estrellas más lejanas llegue hasta nosotros. Esto significa que cuando miramos al cielo, estamos mirando hacia un pasado muy lejano.
El futuro de la observación
Los telescopios más potentes van atrás en el tiempo. Es posible que algún día podamos ver algo que existía antes de que aparecieran las estrellas, probablemente estudiando las brechas oscuras entre ellas. Pero eso es una historia para otro momento.
En resumen, las estrellas no iluminan tanto nuestro cielo nocturno porque son muy viejas e inimaginablemente lejanas. A pesar de que hay miles de estrellas mucho más cercanas a nosotros, no brillan tanto como el sol debido a su tamaño y brillo relativamente bajos. Además, la expansión del espacio y la presencia de gases que bloquean la luz contribuyen a la oscuridad del cielo nocturno.
Recuerda, el espacio puede parecer oscuro para nosotros, pero en realidad está lleno de diferentes gases y colores que pueden ser observados con la ayuda de telescopios modernos. ¡Quién sabe qué maravillas nos deparará el futuro de la exploración espacial!