Cómo elegí mi carrera universitaria y mi primer año en Ingeniería Biomédica
Hola chicos! Como dice el título, hoy les hablaré sobre cómo elegí mi carrera y cómo fue mi primer año en la universidad. Actualmente estoy comenzando el segundo año de Ingeniería Biomédica y les contaré un poco sobre en qué consiste esta carrera.
Lo primero que quiero aclarar es que entiendo que muchas personas tienen dudas al respecto, y si están interesados en esta carrera o quieren cambiarse a ella, espero que les sea útil. Es importante tener en cuenta que Ingeniería Biomédica no tiene nada que ver con Biomedicina, Biotecnología o Biología Sanitaria. Aunque puedan tener similitudes, son carreras completamente diferentes.
Terminé el bachillerato y realicé la selectividad en 2018, pero no ingresé a la universidad hasta un año después porque decidí tomar un año sabático. Este año me ayudó mucho a decidir qué quería estudiar, ya que no tenía ni idea. Soy una persona muy indecisa y me gustaba pensar en muchas opciones.
Al principio, tenía planeado estudiar Medicina, pero no obtuve la nota de corte. Como segunda opción, elegí Ingeniería Biomédica y finalmente fui aceptada. No me arrepiento de mi elección y estudio en la Universidad de Rey Juan Carlos.
La carrera de Ingeniería Biomédica dura cuatro años, al igual que la mayoría de las carreras. Aunque puede ser un poco complicado de explicar en qué consiste exactamente, se podría definir como la disciplina que aplica los principios de la ingeniería a la solución de problemas en biología y medicina.
Lo que más me gusta de esta carrera es que es súper multidisciplinaria. Puedes trabajar en el diseño y creación de tecnologías médicas como prótesis, rayos X y resonancias magnéticas. También puedes dedicarte al diseño de algoritmos y software para aplicaciones biomédicas, telemedicina y gestión hospitalaria. Además, tienes la oportunidad de trabajar en hospitales, centros de investigación, y empresas públicas o privadas en el campo de la tecnología médica y el desarrollo de productos.
Recuerdo el primer día de clases, fue un poco extraño llegar y no conocer a nadie. Sin embargo, tuve mucha suerte porque una chica que vive cerca de mí también estaba estudiando la misma carrera en la misma universidad. Fue una experiencia increíble y nos hicimos muy amigas. También conocí a un grupo de amigas ese mismo día, y ahora son parte de mi círculo cercano.
En general, creo que hay muy buen ambiente en mi clase. Nos llevamos muy bien y somos una clase pequeña, alrededor de 40 o 50 personas. El horario de clases era de 3 de la tarde a 7 de la tarde, de lunes a viernes. Al principio fue un poco difícil acostumbrarme a estudiar en la tarde, pero con el tiempo pude ver todas las ventajas que tiene. Al final, me terminó gustando bastante.
Es importante tener buena organización, porque si te levantas tarde y te preparas y vas a la uni, tus días se reducen solo a ir a la universidad y sientes que no haces nada más. Pierdes el tiempo y eso puede ser desmotivador. Sin embargo, si tienes fuerza de voluntad y te organizas bien, puedes aprovechar al máximo este horario.
En el segundo año, el horario cambió y ahora tengo clases en la mañana. No sé si es una experiencia común, pero personalmente me costó un poco adaptarme al cambio. Uno se acostumbra al turno de la mañana en el colegio y al principio fue un poco difícil cambiar la rutina.
Una de las cosas que más me gustó del primer año es que desde el principio se integran las dos disciplinas: ingeniería y medicina. Tenemos asignaturas de física, que me gustaban mucho desde el bachillerato. También tenemos asignaturas como anatomía, que me parecen súper interesantes. Desde el primer momento, estudiamos tanto ingeniería como la parte médica, y eso me parece genial.
Quiero mencionar que todas mis asignaturas son en inglés, ya que la carrera es totalmente en ese idioma. Personalmente, no fue difícil para mí acostumbrarme, ya que estudié en un colegio bilingüe y también tenía asignaturas en inglés. Por lo tanto, para mí fue como seguir en el colegio.
En el primer año, tuve asignaturas como cálculo, física, morfología humana (anatomía), historia de la ingeniería biomédica y programación. Las asignaturas de letras no fueron fáciles, pero básicamente se trata de estudiar mucho. Las asignaturas de ingeniería, como física y cálculo, me parecieron un poco más complicadas, pero física era prácticamente lo mismo que estudié en bachillerato y cálculo requirió un poco más de tiempo y esfuerzo en matemáticas.
La asignatura que más me costó sin duda fue Fundamentos de Programación. Fue algo completamente nuevo para mí, nunca había programado antes. Tuve que aprender un lenguaje completamente nuevo desde cero y mi cerebro necesitó tiempo para comprenderlo.
Es como aprender un nuevo idioma desde cero, y al principio fue un poco frustrante para mí. Mi consejo es empezar a familiarizarse con la programación lo antes posible si estás interesado en estudiar Ingeniería Biomédica, ya que es una de las asignaturas más importantes y probablemente terminarás trabajando en algo relacionado con la programación.
En el segundo año, tuve asignaturas como Álgebra y Métodos Matemáticos para la Ingeniería Biomédica, Programación en Entornos de Red, Bioquímica y Economía de la Salud. La asignatura de programación fue más fácil para mí, ya que se basó principalmente en un proyecto final que tenía bastante tiempo para realizar.
La asignatura de Álgebra me gustó mucho, tuve un profesor excelente. La Bioquímica también me pareció interesante, aunque parte de su contenido se repitió con la asignatura de Morfología Humana del primer año, lo cual fue un poco aburrido. En Economía de la Salud aprendimos cosas bastante curiosas, y eso que nunca había tenido contacto con la economía antes.
Al final, logré aprobar todas las asignaturas del año, incluyendo Programación y Métodos Matemáticos. Mi experiencia podría ser diferente debido a la situación actual de la pandemia, ya que las clases y exámenes fueron en línea. Fue una lástima no poder disfrutar plenamente de la experiencia universitaria y de la vida universitaria. Pero, por supuesto, es más que solo ir a clases con amigos. También participamos en otras actividades, como comer juntos en la cafetería o ir a la biblioteca. Es en estas ocasiones que realmente se fortalecen las amistades.
En resumen, mi consejo para aquellos que estén por comenzar la universidad o estén interesados en estudiar Ingeniería Biomédica es que se organicen desde el primer día. No dejen todo para el último momento y eviten saltarse las clases, ya que son muy necesarias. También es importante disfrutar de la vida universitaria y de estar en la universidad.
Espero que mi experiencia les haya sido útil y que hayan disfrutado de este artículo.