¡Hola a todos y bienvenidos! En este artículo, analizaremos el impresionante motor turboalimentado de 2.5 litros de Mazda, que ganó el premio Ward’s Auto 10 Best Engine en 2017 para el CX-9. Ahora, si aún no lo has hecho, te recomiendo que consultes mi artículo anterior sobre por qué los motores turboalimentados de tamaño reducido no siempre son eficientes en el mundo real.
En este artículo, veremos cómo Mazda ha superado algunos de los inconvenientes asociados con el uso de un motor turboalimentado de tamaño reducido y cómo han logrado hacerlo potente y eficiente.
El poder de la eliminación de gases de escape
Comencemos explicando el concepto de eliminación de gases de escape. Tradicionalmente, un motor turboalimentado de cuatro cilindros tiene un orden de encendido 1-3-4-2. Los gases de escape se recogen en un colector y luego se envían al turbocompresor. El objetivo es mantener la presión y entregar rápidamente los gases al turbo para un uso óptimo de la energía y el turbo se pone en marcha.
Sin embargo, esta configuración puede provocar un solapamiento de presiones y el atrapamiento de gases de escape calientes en el cilindro anterior. Esto puede aumentar la probabilidad de que se produzcan golpes, lo cual no es deseable. Para superar este problema, Mazda adopta un diseño de escape 4-3-1 donde los cilindros 3 y 2 están emparejados.
Esto asegura que los gases de escape siempre se alineen entre sí, creando un efecto de barrido continuo que extrae la máxima cantidad de gases de escape de cada cilindro. Esto permite llenar el siguiente cilindro con aire fresco y combustible, mejorando la eficiencia y reduciendo el riesgo de detonación.
Los beneficios de la EGR refrigerada
Además de la eliminación de gases de escape, Mazda también utiliza la recirculación de gases de escape refrigerados (EGR). Después de que los gases de escape pasan por el diseño 4-3-1, una porción se redirige a un enfriador de EGR ubicado en la parte superior del motor.
Este enfriador enfría el gas con líquido, creando una temperatura de combustión más baja. Los gases de escape enfriados, que no contienen oxígeno, se mezclan con el aire fresco que ingresa al colector de admisión. Al introducir este gas inerte, se reduce el nivel general de oxígeno, lo que permite temperaturas de combustión más bajas sin sacrificar la potencia.
De hecho, Mazda puede incluso utilizar más impulso para compensar el gas inerte y seguir manteniendo una relación estequiométrica aire-combustible. Esta combinación de EGR enfriado y relaciones aire-combustible más altas permite que el motor de Mazda alcance potencia y eficiencia simultáneamente.
Una solución innovadora con beneficios reales
Ahora bien, quizás se pregunte por qué más fabricantes no utilizan este diseño si es tan eficaz. La respuesta está en las clasificaciones de economía de combustible de la EPA. Si bien el motor de Mazda ofrece una impresionante economía de combustible en el mundo real, el ciclo de prueba de la EPA no captura completamente los beneficios del sistema EGR refrigerado.
Por lo tanto, Mazda está invirtiendo en esta tecnología para brindar a sus clientes mejoras reales en la eficiencia del combustible, incluso si esto no se refleja en la etiqueta de economía de combustible. Esto significa que los propietarios de Mazda pueden disfrutar de un alto par y eficiencia sin tener que pagar más por combustible premium, ya que este motor funciona felizmente con gasolina normal.
En conclusión, el motor turboalimentado de 2.5 litros de Mazda muestra el compromiso de la compañía con el diseño innovador y el desempeño en el mundo real. Con una combinación inteligente de eliminación de gases de escape y EGR refrigerado, Mazda ha logrado crear un motor potente, eficiente y accesible para todos. Si tiene alguna pregunta o comentario, no dude en dejarlo a continuación.
¡Gracias por leer!