Cómo navegar en el espacio: El Viaje a la Luna del Apolo

Hoy les enseñaremos cómo navegar por el espacio de una forma realista aprovechando las leyes de la mecánica celeste. Seguro que muchas veces se han preguntado cómo las agencias espaciales envían misiones a los planetas, cómo aceleran y frenan, cuánto combustible llevan, entre otras cosas.

En primer lugar, necesitamos un cohete capaz de vencer la fuerza de gravedad de la Tierra. Los cohetes son la única manera de llegar al espacio, ya que requieren mucha potencia y un impulso constante. Sin embargo, esto significa que necesitamos cohetes enormes para transportar todo el combustible necesario, lo que a su vez requiere aún más potencia para elevar su gran peso. Es como el pez que se muerde la cola.

Para superar estos problemas, se han realizado muchos ensayos y se ha contado con personal talentoso.

Una vez tenemos el cohete, lo mejor que podemos hacer es situarnos en órbita aprovechando la gravedad terrestre. Para ello, hemos elegido una reliquia del proyecto Apolo que viajó a la Luna. Nos vamos de viaje.

En el espacio, las cosas funcionan de manera muy diferente a la Tierra. Un cohete debe subir y luego girar para adquirir velocidad horizontal y entrar en la órbita correcta. Para ello, se le dotan al cohete de fases. Una buena explicación es el camión de Newton. Si disparamos una bala de cañón horizontalmente desde una montaña, vuelve a caer sobre la Tierra. Pero si cada vez lo disparamos más deprisa, se recorre una distancia mayor hasta que al final la bala cae alrededor de la Tierra, acoplándose a su curvatura. A eso le llamamos órbita. Cada planeta tiene una velocidad orbital diferente. Cuanto más baja sea la órbita, mayor velocidad orbital se necesita para no caer.

Para llegar a la Luna, necesitamos una ventana de lanzamiento. En ese momento, debemos aplicar un impulso en la dirección correcta para que la nave espacial salga disparada fuera de la órbita terrestre y coincida con la Luna en su llegada. Todo tiene que ser perfectamente calculado.

Una vez llegamos a la Luna, debemos frenar la nave espacial para que la gravedad lunar nos atrape y podamos situarnos en órbita lunar. Esto se conoce como frenada de descenso. Después de algunas maniobras más, circularizamos la órbita lo más posible.

Ahora que estamos en la Luna, ¿Cómo regresamos a la Tierra? Aplicamos un impulso de avance en el anti podo de la Luna para superar la velocidad de escape lunar. El impulso debe hacerse en el momento correcto para que la nave coincida con la Tierra en el momento de la llegada.

Una vez estamos de regreso a la Tierra, debemos enfrentar el delicado momento de entrar en la atmósfera a alta velocidad. La nave debe pasar por un pasillo estrecho para minimizar el calentamiento debido a la fricción con la atmósfera. Deshacemos de la etapa descendente y entramos en órbita para luego unirnos al módulo de mando.

Finalmente, una vez estamos cerca de la Tierra, se abre el paracaídas y la nave aterriza con seguridad. Los vuelos espaciales están llenos de detalles técnicos y maniobras complicadas. Sin duda, se requiere un gran conocimiento y cálculos precisos para realizar exitosamente un viaje espacial.

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Autor

  • Manuel Mascus

    Soy un ingeniero y periodista con una amplia experiencia en ambos campos, y aquí, en mi sitio web, encontrarás una variedad de artículos y análisis rigurosos que buscan fomentar la comprensión y el entusiasmo por estas disciplinas.

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